Nissan Motor Co. se prepara para cerrar dos plantas en Japón y cesar operaciones en instalaciones ubicadas en otros cuatro países, como parte de un amplio proceso de reestructuración orientado a reducir costos, según reportes del diario japonés Yomiuri y otros medios que citan fuentes no identificadas.
CIERRES EN KANAGAWA IMPACTARÁN PRODUCCIÓN NACIONAL
En territorio japonés, la medida afectará directamente a las fábricas situadas en Oppama e Hiratsuka, ambas operadas por Nissan Shatai Co., subsidiaria de la automotriz. Las dos instalaciones, localizadas en la prefectura de Kanagawa —al sur de Tokio, donde también se encuentra la sede central de la empresa— representan cerca del 30 por ciento de la producción total de Nissan en Japón, de acuerdo con información difundida por Kyodo News.
PÉRDIDA DE COMPETITIVIDAD FRENTE A CHINA
El fabricante, que durante años fue referente en la industria automotriz mundial, atraviesa una etapa de marcada pérdida de competitividad. La consolidación del mercado chino de vehículos eléctricos, caracterizado por su dinamismo y rápida evolución tecnológica, ha relegado a Nissan en ventas y rentabilidad a nivel global.
REZAGO EN ESTADOS UNIDOS Y CARGA FINANCIERA
En Estados Unidos, uno de sus principales mercados, la compañía no ha logrado recuperar el impulso comercial, afectada por una oferta de modelos considerada desactualizada, una política de incentivos a concesionarios que ha comprometido márgenes de ganancia y un elevado endeudamiento que limita su capacidad de maniobra estratégica.
El plan de reestructuración en marcha busca reordenar su red de producción y ajustar sus operaciones a la nueva realidad del mercado automotor global.