CIUDAD DEL VATICANO.— El Papa León XIV celebró este viernes su primera misa como Sumo Pontífice, marcando el inicio de un pontificado que promete seguir la senda de su predecesor, Francisco, con llamados firmes a la paz y al diálogo global.
El nuevo jefe de la Iglesia Católica, nacido en Chicago hace 69 años y nacionalizado peruano desde 2015, fue investido como el 267º Papa al término de un Cónclave marcado por la incertidumbre y la amplia participación internacional. Su designación ha sido recibida con sorpresa y esperanza por los fieles congregados en la plaza de San Pedro y en diversas partes del mundo.
UN PAPA CON HISTORIA MIGRANTE
Robert Francis Prevost, ahora León XIV, proviene de una familia con raíces en España y Francia, y dedicó buena parte de su vida al servicio religioso en Perú, donde ejerció como obispo en la ciudad de Chiclayo. Su historia personal, marcada por la migración y el trabajo pastoral en América Latina, lo convierte en una figura cercana a los pueblos del sur global.
Durante su etapa como cardenal, no dudó en alzar la voz contra políticas migratorias restrictivas, en particular las del expresidente estadounidense Donald Trump. Paradójicamente, medios italianos reportan que fue el influyente cardenal Timothy Dolan, allegado al exmandatario, quien desempeñó un papel clave en la construcción de los apoyos que le valieron la elección.
Apoyado por cardenales de América, África y Asia, León XIV se impuso sobre el favorito italiano Pietro Parolin en el cónclave más internacional de la historia, con 133 electores provenientes de más de 70 países.
UN DISCURSO DE PUENTES Y UNIDAD
En su primera homilía ante los cardenales reunidos en la Capilla Sixtina, bajo los frescos de Miguel Ángel, León XIV reiteró su intención de promover la paz y la unidad. “Construir puentes” y “darnos la mano” fueron algunas de las expresiones destacadas de su mensaje, que fue bien recibido por líderes internacionales de todos los continentes.
Entre las reacciones más llamativas estuvo la del propio Donald Trump, quien manifestó su entusiasmo por la elección de un Papa estadounidense, considerándola un “gran honor” para su país.
Los próximos actos públicos del Pontífice incluyen la tradicional bendición Regina Coeli el domingo, seguida de una audiencia con la prensa internacional el lunes. Su misa de investidura, que congregará a autoridades religiosas y políticas del mundo, será anunciada próximamente.
UNA IGLESIA EN TIEMPOS COMPLEJOS
El nuevo Pontífice asume el liderazgo de una Iglesia enfrentada a desafíos significativos, entre ellos el escándalo de abusos sexuales, la disminución de vocaciones sacerdotales y el debate sobre el rol de la mujer en la institución. A estos retos se suman crisis externas como los conflictos armados, el auge de los populismos y la emergencia climática.
Según analistas, la elección de León XIV representa una apuesta por la continuidad en el rumbo pastoral, pero también se espera de él una gestión más estructurada en el gobierno de la Curia romana. Su figura ya se perfila como la de un líder moderado, con vocación de diálogo y sensibilidad social.
“El nombre León tiene peso”, comentó desde Filipinas el sacerdote Michael Angelo Dacalos, quien ve en esta elección una evocación de León XIII, recordado por su firme defensa de la justicia social. “Estamos en buenas manos”, concluyó.