WASHINGTON.— El empresario y filántropo Bill Gates anunció este jueves que donará la mayor parte de su fortuna personal en las próximas dos décadas, con el objetivo de canalizar unos 200 mil millones de dólares a las personas más vulnerables del planeta a través de la Fundación Gates. La decisión se produce en un contexto global marcado por severos recortes en la ayuda internacional por parte de las principales potencias económicas.
“Hay demasiados problemas urgentes que resolver como para que me aferre a recursos que podrían usarse para ayudar a la gente”, escribió el cofundador de Microsoft en una carta publicada en su sitio web. Gates, de 69 años, también confirmó que su fundación cesará operaciones el 31 de diciembre de 2045.
“LA GENTE DIRÁ MUCHAS COSAS DE MÍ, PERO ‘MURIÓ RICO’ NO SERÁ UNA DE ELLAS”
En su declaración, Gates cuestionó duramente los recortes a la ayuda humanitaria impulsados por el gobierno del presidente Donald Trump, particularmente bajo la dirección de Elon Musk, quien lidera el Departamento de Eficiencia Gubernamental. Musk, considerado el hombre más rico del mundo y figura influyente dentro de la actual administración, fue blanco directo de las críticas de Gates.
“La imagen del hombre más rico del mundo matando a los niños más pobres del mundo no es bonita”, declaró al Financial Times, en alusión al desmantelamiento de programas esenciales de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), que financiaban campañas de vacunación infantil y asistencia alimentaria.
UN DIVORCIO FILANTRÓPICO
Aunque en el pasado Gates y Musk coincidieron sobre el papel de los multimillonarios en la filantropía, sus posturas han divergido en años recientes. Gates ha intensificado su activismo en temas de salud global y combate a la pobreza, mientras Musk ha enfocado sus esfuerzos en la reducción del gasto público y el impulso tecnológico.
Gates advirtió que el futuro de la ayuda humanitaria está en riesgo si las naciones desarrolladas, incluidos Estados Unidos, Reino Unido y Francia, continúan reduciendo su compromiso con los países más necesitados. “No está claro si los países más ricos del mundo seguirán defendiendo a sus pueblos más pobres”, expresó.
Entre los objetivos prioritarios de la Fundación Gates en sus últimos 20 años de existencia destacan la erradicación de enfermedades prevenibles como la polio, la malaria y el sarampión, así como la reducción de la mortalidad infantil y materna.