Hoy toca novedad en San Luis. Recordando, por la ubicación al muy extrañado Lauburu, nos encontramos un nuevo restaurante, justo en prolongación Lomas 32 interior 4 en la planta alta, en Lomas del Tecnológico, se ubica Mulli Cocina de Autor, una propuesta que basa la mayoría de sus platos en diferentes moles de diferentes zonas del país.
Si bien el restaurante mantiene la decoración base del anterior, agregaron toques decorativos que refrescan de alguna manera el lugar.
De acuerdo con el diccionario Laurousse de la cocina, la palabra mole viene del náhuatl mulli, definido como salsa o guiso, por lo regular elaborados con una salsa espesa. Mi favorito y considerado, a mi muy personal punto de vista, como el platillo más complejo y perfecto en elaboración y creatividad es el mole poblano, aunque moles hay tantos como ciudades en este país, pero siempre a base de chiles y algunas semillas. Algunos otros moles, como el de olla en Hidalgo, es más una sopa untuosa y sustanciosa, así como el michmole. Es sabido que en la época prehispánica se preparaban diversas salsas molidas y complejas, que al paso de los años y siglos se fueron modificando, refinando y adaptando a los nuevos ingredientes y técnicas culinarias de la cocina española y, por alguna misteriosa razón, mucho más apegada a la tradición india.
Así pues, me adentro en los platillos degustados en Mulli Cocina de Autor. Empezamos con varias de sus entradas calientes de las cuales he probado ya casi todas, como el chicarrón de pulpo, interesantes totopos hechos con finas láminas de pulpo rebozadas en harina y fritas que, montado sobre guacamole con xoconostle, nos abre paladar de buena manera. Tuétanos con topping de chinchulines sobre una cama de frijoles con salsa borracha, si me permiten, me quedo con los frijoles, su salsa y las tripitas doradas, quitaría el tuétano.
La interpretación de los papatzules, pero elaborados en esta forma triangular de masa nixtamalizada y pinole llamada tetela, rellena de queso adobera y bañada de un pascal (tipo de mole) de pepitas y espolvoreada de huevo cocido es una interesante interpretación; el spring roll pibil, que por sí solo se describe, me quedó mucho a deber, pues no pude captar el sabor de una buena cochinita.
Finalmente, de las entradas los elotitos babys rostizados, quizás una interpretación local de los exitosos elotitos de Enrique Olvera en Pujol. De sopas, la de tomate ahumado una delicia y la sopa negra de huitlacoche con caldo de res y frijol una gran propuesta. De la milpa, como le llaman ellos, el ceviche de hongos es una propuesta interesante, con adobo de guajillo.
De los fuertes les recomiendo la picaña de cerdo en tradicional asado de boda, el mole local, así como el Tocino Braseado, con chintextle de chiles secos en un cassoulet de ayocotes, que se lleva por mucho al plato. También pudimos probar la lengua de res en mole de cacahuate y nuez, al que le faltó un poco de sabor, por lo que hay que rectificar. También cuentan con cortes americanos de varios tipos al josper, acompañados de puré de papa con pimientos rostizados y una demi glace de chuparse los dedos.
De postres probamos tres, de los cuales me llamó la atención el brownie, hecho con chocolate de mesa, así dicho a nuestro tradicional chocolate mexicano como lo es el Abuelita. También el pay de queso de cabra, con topping de frutos secos.
Mulli Cocina de Autor es una opción que debemos visitar, hacer comentarios de mejora y apoyar para que prospere. El teléfono es 4448 49 0222. La dirección la tienen al inicio del artículo. Excelente provecho. Servicio 9, Ambiente 8, Alimentos 8, Bebidas 9.
