Tomar una buena selfie puede no ser tan sencillo como parece. No se trata de llegar, tomar la cámara del smartphone y dar clic. Si bien salir bien en una selfie tiene algo de suerte y también ayuda ser fotogénico o fotogénica, implica tener un dominio de la técnica.
Es un hecho, nuestra era se centra en la imagen. Gracias a las nuevas tecnologías y las redes sociales, ha llegado el momento no solo de la autopromoción y la puesta en escena de nosotros mismos, sino también de la preservación digital de recuerdos y momentos de la vida.
BUSCA LA LUZ NATURAL
La luz natural es por lejos la mejor alternativa para tus selfies, por lo que en lo posible intenta utilizarla siempre. Prioriza su uso por sobre la luz artificial.
De todas formas, puedes combinar luz natural y un anillo de luz led, por ejemplo, a modo de potenciar la luz natural.
Instintivamente la luz natural entrega una sensación de armonía y es más acogedora que la luz artificial. Hará que tus selfies luzcan mucho más naturales.
Cuando hablamos de luz natural no es solo la luz directa del sol, sino que también puede ser la iluminación que entra por la ventana en una habitación durante el día o la luz de la luna en la noche.
Otro tip, procura que la luz llegue a tu rostro de modo frontal, para evitar sombras, al no ser que quieras hacer un juego fotográfico de luces y sombras, que pude resultar muy bien.
¿HORA DORADA? ¿HORA AZUL?
La famosa hora dorada. Si no has oído de ella, te contamos que es la hora del día donde, debido a la posición de la Tierra, la luz del sol en el cielo cubre todo con un halo dorado.
Este momento transcurre justo antes de la puesta de sol y durante años ha sido la hora que miles de directores de cine y fotógrafos han elegido.
Durante la hora dorada, los colores son más brillantes e intensos y, si estás al aire libre, notarás que el cielo cobra un color azul que contrasta muy bien con los demás elementos.
Por otro lado, la hora azul transcurre justo después de la puesta de sol, momento en que el cielo tiende a tomar una bella tonalidad azul que también queda muy bien en las fotografías y que no produce sombras.
De todas formas, ten en cuenta que si decides tomar fotos en la hora azul, cuando el sol se ha escondido, es recomendable que utilices un trípode para mayor estabilidad, dado que por la falta de luz es fácil que las imágenes con un mínimo de movimiento salgan borrosas o poco nítidas.
ENCUENTRA TU ÁNGULO
El primer aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de hacer selfies es conocerte a ti mismo, conocer las características de tu rostro, aprender a saber qué perspectiva adoptar para tener más a tu ventaja.
Para comenzar, puedes probar tomándote algunos selfies desde distintos ángulos: de frente, de perfil, con el rostro ligeramente inclinado hacia la izquierda, con el rostro hacia la derecha, ligeramente desde arriba...
Una vez que lo hayas hecho, revisa cada fotografía y piensa en cuáles te agrada más cómo sales, cómo sale tu rostro. Según el ángulo de la foto y según la posición que adoptes, su rostro se verá más afilado o más redondo, los ojos más redondos o más rasgados, por ejemplo