De ahí surgió la idea, en junio juntos. Si, así es, nos falta mayo y faltan más brotes. Si no hubiera ocurrido el brote de Santa María del Río y no hubiera ocurrido el brote de la Central de Abastos, hoy San Luis Potosí sería ejemplo para bien, pero ahora lo es para mal. Los hubiera no existen y mayo nos dolerá. Entonces junio habrá de llegar. Lo importante es saber que lo que viene puede ser peor si desde ahora no evitamos los hubiera.
Una segunda ola de infección depende de al menos cinco elementos, I) la aparición de medicamentos en el corto plazo y de vacunas en el mediano plazo; II) la cantidad de personas que se han infectado y que por lo tanto adquirirían resistencia; III) que verdaderamente la infección cause resistencia al virus (es decir inmunidad), y lo escribo porque al menos ya hay dos artículos que señalan que este coronavirus ataca a las células del sistema inmune, si la inmunidad al virus es corta, entonces de nada nos serviría que todos nos infectáramos; IV) el número de personas susceptibles al virus y aquí quiero hacer una notación muy severa; he visto varios videos de personas, de médicos, de expertos (hoy en día todos son expertos), que hablan de que la cuarentena es mala porque estamos generando un ejército de personas que si bien no se enfermaron son materia prima para la infección y generación de un segundo gran brote; a todos ellos les contesto: la cuarentena es para darle tiempo a los investigadores de crear medicamentos y vacunas, ganar tiempo y no llenar de enfermos a los hospitales (de hecho ya hay buenas noticias para medicamentos y para vacunas); y V) la reacción cruzada que pueda tener este coronavirus (SARS-Cov-2) con otros coronavirus (¿sabía Usted que muchas de las gripas que normalmente tiene son causadas por coronavirus primos hermanos de este que tantos dolores de cabeza nos crea?); es decir, si existiera algún nivel de reacción cruzada y Usted tuvo una fuerte gripa quizá eso ahora lo protege contra el SARS-Cov-2 (bueno eso si su gripa fue por un coronavirus, hay más de 200 tipos de virus que causan síntomas de gripa).
Pero aquí tengo dos alentadoras historias personales. Primero la de una sobrina que tuvo una fuertísima gripa y que tuvo que viajar a China en enero con cuatro amigas. De las cinco, tres tuvieron COVID y la cuarta síntomas muy parecidos. Mi sobrina como si nada. La otra historia es mi hija (y aquí toco madera, pero cuento); ella trabaja para los Sistema de Salud en el Reino Unido con pacientes enfermos de COVID (es terapeuta ocupacional de pacientes psiquiátricos y por lo tanto, con ellos no hay nada de eso de sana distancia, creo yo que después de los médicos en cuidados intensivos el personal de salud de pacientes psiquiátricos enfermos son los más expuestos). Por supuesto, todos sus compañeros ya enfermaron, ella como si nada. Tuvo una gripa fuertísima hace un mes. Anécdotas y literatura gris. Exactamente de lo que estamos llenos estos días, pero al menos lo mío es verídico y quiero que suene optimista, porque en junio juntos.
Mayo rojo y segunda ola a la vuelta de la esquina. Segunda ola que vendrá en plena depresión económica y que llegará la final del brote estacional de dengue y junto al brote estacional otoño-invierno de influenza. Así que en junio juntos debemos planear de julio a diciembre. No se vale rajarse y no se vale tomar decisiones personales. En junio juntos, y ya tendremos navidades para contar cuando alguna vez pudo haber un hubiera y lo convertimos en nuestra actual existencia. Una que cambió la tristeza de aquél niño, por la sonrisa de un joven ahora convertido en un ser lleno de dignidad y de certeza.