San Luis Potosí, S. L. P. México
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ASÍ COMO SI NADA
28/06/20 | 10:48 | Por: Fernando Díaz-Barraga
México es una de las naciones donde sus ciudadanos tienen mayor percepción de vivir en un país corrupto. La corrupción se da en todas las esferas de nuestra vida, en algunas Instituciones de Gobierno, en algunas empresas, en algunas Universidades y en algunas vidas diarias de algunos ciudadanos.
Pero la corrupción moja de aguas negras nuestros barrios y nuestras comunidades, por lo cual, todos salimos mojados. A la corrupción ya nos acostumbramos.

México es uno de los países más violentos del mundo, casi cuatro decenas de miles de muertos por causa violenta al año. Curioso, el país entero protestó por 43 y ahora calla cuando llevamos 43 mil. Las ciudades mexicanas son violentas aun en cuarentena, Sonora y Guanajuato son apenas dos perlas recientes de tantos rosarios. Las tumbas han dejado de ser clandestinas y los rostros ya no están cubiertos. A la violencia también nos hemos acostumbrado.

México es el noveno país en número de muertos por cien mil habitantes a causa de la pandemia, nos pidieron quedarnos en casa cuando nos debíamos quedar en casa (al principio de la epidemia), pero cuando vieron que nunca nos metimos, entonces se aceptó la realidad de un pueblo que prefiere comer que estar encerrado. Al virus nos acostumbramos y hemos aceptado vivir en pandemia.

Corrupción que te puede llevar a la cárcel, violencia que te puede llevar a la muerte, enfermedad que te puede matar; y sin embargo, así como si nada.

Un país que cree en ángeles y vírgenes, en santos y en el poder de la oración. Una nación protegida por su Dios. Pero la verdad yo nunca he entendido ¿Cómo se puede hablar con él cuando vivimos así como si nada? Como si no hubiere pobres, como si en verdad todos fuéremos familia al ser hijos del mismo padre. Como si los responsables fueren otros, mientras nosotros, así como si nada.

Creernos dueños de un planeta que ante el tamaño del Universo es tan chiquito cual migaja de polvo en la arena de algún desierto. Somos egoístas y ambiciosos, necios y tontos. Creemos en el más allá mientras jodemos al más acá, y caminamos por caminar así como si nada. Por eso yo prefiero la utopía y me escondo en la imaginación. Ahí todo es posible, ahí se refugian mis héroes y maestros. Mozart y Bach acompañados de Van Gogh y Dalí; Tutu y Gandhi acompañados de Galeano y Benedetti. En fin, mi lista es grande, enorme, pero en mí todos caben y cada uno de vez en cuando me dicta algo, sobre todo cuando empiezo a caminar, así como si nada.

Amado Nervo lo escribió en uno de sus poemas, somos arquitectos de nuestro propio destino. La corrupción, la violencia, la enfermedad y otras pestes nos rodean. Siempre han estado presentes en la historia. ¿Cómo entonces aparecieron el arte y la ciencia? ¿Cómo entonces los filósofos pueden entender de paz? ¿Acaso existen seres diferentes, quizá extraterrestres? o ¿Será acaso que ante tanta obscuridad encontraron luz en su capacidad de creación?.

Pero entonces volteo y analizo ¿Dónde se enseña la creatividad?, porque en las escuelas siempre se enseña que dos y dos son cuatro, y se reprueba a quien se atreve a decir veintidós. Se enseña que el cielo es azul y jamás multicolor. En las escuelas se enseña lo que al profesor le enseñaron a enseñar; y es así como el así como si nada llega a la enseñanza.

Pero entonces volteo y analizo a las familias y la capacidad de permitir la individualidad, pero noto al padre y a la madre que castigan porque lo importante es que los niños tengan límites y respeten, enseñan con autoridad y amenaza, nunca con razón y esperanza, entonces el así como si nada llega a casa.

¿Dónde entonces está el cambio? es muy simple, basta con salir a la calle y ver todo aquello que nos han dicho que es invisible. De pronto surgen figuras y voces, música y colores, poesía desde la naturaleza. Al final, la vida son expresiones que se pierden todos aquellos que andan así, así como si nada.
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