San Luis Potosí, S. L. P. México
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A TODOS LOS GRUPOS ORGANIZADOS Y A TODA LA BANDA
22/06/20 | 07:23 | Por: Fernando Díaz-Barriga
Antes que nada los saludo y reciban este atento a quien corresponda. Deben sentir raro que de repente en un medio de comunicación alguien quiera llamar su atención para hablar, no para pelear, no para asustar, y tampoco para amenazar. Sé que Ustedes tienen muchos rostros, muchos pasados y un montón de motivos.
Sé que nunca callan, se dan a entender a su manera y puede que les importe poco lo que a nosotros nos pueda importar mucho. Dudo que quieran cambiar de camino y por ello no me detengo a moralizar. Entonces, ¿qué rollo?, me dirán. Bueno algo muy simple, les quiero tirar mi verdad, ya sabrán Ustedes si la recogen o la dejan tirada.

Esta bronca del COVID va en serio, es un bicho que no se muere con discursos presidenciales ni con curvas aplanadas modificando estadísticas de muertos y heridos. Este virus tampoco distingue entre ricos o pobres, pero le pega más a los pobres. Tampoco distingue entre religiosos o ateos y aunque Ustedes no lo entiendan tampoco distingue entre guapos y feos. En otras palabras, a balazos naranjas. Pero lo que viene después, está rudo, muy rudo. La crisis económica le va a pegar a cosas que a Ustedes les tiene que importar, por ejemplo, la educación de sus hijos; la calidad de los servicios de salud para sus familias o para Ustedes mismos; el acceso a alimentos; y aunque lo duden, la sostenibilidad del futuro. En este barco vamos todos y si se hunde, nos hundimos todos.

Así que les tengo una propuesta. ¿Qué tal una tregua? En violencia se gasta mucha plata, se gasta más de lo que el país gasta en educación, desarrollo social y salud juntos. Así que si de pronto hay paz; sí, así es, hablo de paz. Así de pronto habría recursos para destinarlos a los jóvenes desempleados, a los adultos en precariedad laboral, a los de la tercera edad (algún día llegarán a viejos así que vale la pena mejorar los servicios para los abuelos y las abuelas). Pero también habría dinero para las mamás y sus chilpayates.

Tregua para la paz. Sí, ya me los imagino. Su rostro sonriente estará iluminado y ya estarán pensando: ¿Este güey qué pedo, está loco, o qué onda? Me atrevo a escribir porque su no ya lo tengo. Escribo pensando en que la muerte nunca es la respuesta. Es más, a través de la historia la violencia siempre ha generado nuevas interrogantes y ningún imperio, ninguno, ha mantenido su poder. Un bicho, un simple bicho ahora ha puesto de rodillas a los gringos, chinos y rusos, a los tres y al mismo tiempo. Así que el poder es pasajero, como pasajera es la vida en este planeta.

Pero lo que viene está de locura y necesitamos Unidad, necesitamos estar juntos. No podemos tener distracciones. Necesitamos de la banda y también de Ustedes. Todos somos, nadie les ha quitado su derecho de ser. Pero precisamente eso es lo que ahora les pido, les pido que sean. Sean solidarios con sus camaradas, con su pueblo, con su raza. No pienso en que entreguen armas ni territorios. Solo paz, una tregua.

Pido un instante de tiempo que nunca reservaremos al olvido, porque sería un tiempo de paz. No les pido claudicar ante el poder, ante la autoridad, ni ante aquellos que nada saben de dónde vienen o a dónde van. Les pido un momento para Ustedes y para nosotros. Un momento para construir rutas que nos lleven a un México diferente. Pero además: ¿Qué tienen que perder?

Tranquilos, no se me desesperen, ya acabo. Si leyeron este documento y llegaron hasta aquí, ya lo logré. Logré que por un momento se imaginaran otro vivir, se imaginaran el cómo sería ser el no tener miedos, el cómo sería tener un verdadero poder. El de la paz que daría voz a quienes ahora callan. El del luchador que vuela más allá de la utopía. El de un líder que con puño en alto pelea para que su gente no se enlode y evite eso que Ustedes llaman pinche porquería. Una tregua para la paz, una tregua para la vida.
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