La cura es nuestra solidaridad. Si cada uno de nosotros, si cada familia, si cada comunidad, actúa con las medidas sanitarias ya conocidas, saldremos adelante. Así es que hoy la humanidad se enfrenta a sí misma. Como en pocas ocasiones, todas las naciones del mundo, todas las religiones y creencias espirituales, todas las ideologías, todos los sectores económicos, en fin, todos los individuos, estamos enfrentando la misma amenaza y ya la historia contará, estoy seguro de ello, de cómo la humanidad venció porque seleccionó la mejor cura, unirse en una sola voz.
Pero en esta batalla de la humanidad contra de esta amenaza biológica ya hay héroes, médicas y médicos, enfermeras, laboratoristas, profesionales de la sanidad de centros de salud, profesionales de la ciencia, en fin, héroes y heroínas en la primera línea.
Pero la COVID-19 también ha presentado otro reto. Es una pandemia en vivo y en directo. Las redes sociales han jugado un rol muy importante. No podemos dejar de lado el enojo que nos causa la mala información, las curas milagrosas, las múltiples teorías de la conspiración, la minimización de la información. Inclusive, la saturación por tanta información, ha llegado a evitar que los mensajes de salud destaquen y puedan ser atendidos. Pero las redes sociales deben ser aplaudidas, si, así es, a pesar de todo lo anterior, las redes sociales han permitido que mujeres y hombres de todas las edades, conozcan sobre el virus y sus efectos, pero también de las medidas en contra de él. La salud preventiva, la promoción sanitaria, y las medidas de protección han llegado a todos los rincones. Además, las redes sociales facilitan el acompañamiento, la lucha contra la soledad de quienes han tenido que quedar en aislamiento. Sigamos utilizando las redes sociales, quizá con mayor responsabilidad, pero usémoslas para el bien común. Para crear esos nexos y redes de apoyo que tanto necesitamos en estos momentos, dónde la incertidumbre sobre el futuro, nos causa quizá más daño que el propio virus. Finalmente, rescatemos que gracias a las redes sociales hoy sabemos que sin salud, el mundo para. Que esta lección, ahora que salgamos triunfantes de la COVID-19, no se nos olvide para los retos también mayúsculos, como el calentamiento global, la contaminación, la desigualdad y la pobreza. Estos retos también requieren de una nueva humanidad y también deben enfrentarse con la misma solidaridad.
Mi llamado a que todos los estados miren hacia adentro. La vulnerabilidad no solamente existe en las grandes ciudades. México es un abanico de desigualdad y en los interiores, también existen niños y niñas, jóvenes, adultos y personas en la tercera edad. La innovación debe ser fuente de medidas para alcanzar a los más vulnerables y rescatarlos ahora, y nunca más olvidarlos.
Mi Gobierno está del lado de la credibilidad y habrá total transparencia en la información sobre el comportamiento de esta pandemia en nuestro territorio; mi gobierno está del lado de la ciencia y utilizará todas las herramientas para atender de la mejor manera a todos los mexicanos. Finalmente, mi gobierno reconoce que el Coronavirus es solamente una de las muchas amenazas que enfrenta nuestro país. Sabremos apoyar a las Universidades y a los Centros de alta ciencia para que generen propuestas para así atenderlas. Mi Gobierno es incluyente en él caben todas y todos. Somos conservadores, así es, somos conservadores porque todos queremos conservar la salud.