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¿PARAR EL PAGO O PAGAR EL PARO?
14/10/24 | 21:25 | Por: Pedro Olvera
Ese parece ser el dilema olvidado, el dilema ignorado; una disyuntiva que no había podido nacer sino hasta que la Presidenta de la República tocó el tema cuando dijo, palabras más o palabras menos que: Está bien que paren, pero ¿Por qué se les sigue pagando? Y es que en efecto trabajadores y funcionarios del Poder Judicial Federal llevan ya casi sesenta días de paro en protesta por la Reforma Judicial, pero...siguen cobrando.

El dilema ignorado u omitido, que no se ha ventilado nada o casi nada en los medios de comunicación merece revisarse, pues a diferencia de otros paros y huelgas tiene dos puntos que no suelen presentarse en estos movimientos; PRIMERO: No se les ha dejado de pagar ninguno de sus sueldos ni prestaciones, tal y como si estuviesen trabajando; SEGUNDO: No han sido condenados por sus patrones ni por los medios de comunicación, ni las Barras y Agrupaciones de Abogados del país pese a que se ha interrumpido una actividad y función que resulta más que importante, fundamental para la convivencia en sociedad; para la economía de muchos ciudadanos, empresas, organizaciones, etc., es decir la función de IMPARTIR JUSTICIA.

 

En cuanto al pago que se les hace sin que cumplan sus funciones, éste podría ser calculado fácilmente por el Consejo de la Judicatura en sus áreas de Recursos Humanos y de Egresos, más difícilmente querrían darlo a conocer a la población, en cuanto que dicho Consejo está supeditado totalmente a su Presidencia, que viene siendo la misma que tiene la Suprema Corte de Justicia, esto es que el Órgano supuestamente vigilante del desempeño, administración y gasto del Poder Judicial es presidido y manejado por el que supuestamente es objeto de su vigilancia. La Corte es Juez y parte.

 

Sin embargo, grosso modo, pudiéramos hacer un cálculo conservador estimando el promedio de los sueldos erogado de la siguiente forma: Los trabajadores del Judicial Federal suman una cantidad de más de 55,000 individuos; de ellos el sueldo más bajo es de 26,000-30,000 pesos que corresponde a quienes se desempeñan como Oficiales Judiciales, auxiliares, mozos, conserjes, encargados de copiadoras y otros. En el otro extremo el más alto de los sueldos que corresponde a los ministros no lo consideremos, pues se trata solamente de 11 plazas, aunque por 450 mil pesos cada uno, que son alrededor de 5 (cinco) MDP por mes. Tenemos entonces el de los Magistrados, pasando por Jueces de Distrito, Secretarios, Proyectistas, Actuarios, Escribientes, Subsecretarios, personal administrativo de apoyo, Oficiales, etc. que tienen sueldos a los que no se les puede despreciar, eso sin analizar si son mucho o poco merecidos. Si revisamos el anuncio del Sindicato, así como del Colegio de Actuarios y el grupo de secretarios del Poder Judicial; la Asociación de Jueces realizados desde el 15 de agosto pasado hablaba de un número de 55 mil trabajadores del Poder Judicial, lo que confirma el dato inicial (La Jornada). De ese número hay 4,200 Jueces de Distrito (160,000c/u) tan solo ellos sumarían 673 MDP. Ahora pensemos que se estiman (según el INE) una cantidad de 25 000 candidatos, aunque no digo que todos llegarán. De tal manera que, si muy a vuelo de pájaro estimaremos un promedio de sueldos, de forma muy conservadora y baja podríamos establecer un promedio de 30,000.00, lo que multiplicado por 55,000

 

hacen la cantidad de MIL SEISCIENTOS CINCUENTA MILLONES DE PESOS POR MES, que le aseguro que pueden ser mucho mas considerando las múltiples prestaciones y aguinaldos, pero déjelo así, para que en dos meses lleven ya gastados 3,300 milloncejos que pueden llegar a ser más.

 

Por lo que hace a la legalidad de paros laborales, éstos sólo son admitidos en servicios que no sean fundamentales o esenciales para la sociedad. ¿Qué servicio y función más esencial que la impartición de justicia? Podríamos decir el agua, los alimentos, la seguridad y claro, LA JUSTICIA.

 

Esto nos dice que el costo económico directo e indirecto (el daño que se les inflige a todos los que están en espera de resoluciones, el trabajo que no se paga a los profesionales del Derecho, los negocios que se encuentran detenidos o hasta cancelados por los litigios pendientes, es un costo monumental, sin precedentes.

 

Y ¿en lo que se refiere a la legitimidad de un movimiento pagado? pues no sólo se carece de ella, sino que se constituye en algo inmoral. Como inmoral y desleal para con la sociedad, resulta ausentarse cómodamente de la responsabilidad para la que fueron contratados-nombrados fingiendo una lucha que se ostenta hasta el grado imaginario de la heroicidad.

 

¿Dónde están las condenas que en su momento sufrieron los electricistas, los maestros y tantos otros que han ido a la lucha LABORAL sacrificando su salario? ¿Hay una miopía o descuido por parte de los medios de comunicación? ¿Qué debemos pensar de una Corte Suprema de la Justicia, a la que esto parece no importarle y no sólo lo permite, sino que orquesta y paga con nuestro dinero un movimiento que NO ES LABORISTA sino político? En el que no se defienden salarios ni despidos porque estos no están previstos sino por el contrario, están en la Reforma al Sistema Judicial.

 

Que pasa con los abogados que ni han leído la Reforma y se presentan a pesar de que les afecta en su trabajo este paro ilegal e ilegitimo. Podría usted decirse que no se han desatendido las cosas de urgencia en materia de libertad, asuntos devenidos de temas personales, pero esto no legitima que tantos miles de procesos queden pendientes hasta que a algunos se les pase el berrinche; “algunos” que curiosamente no arriesgan nada, porque al fin y al cabo los trabajadores les están haciendo el paro, aunque tal vez al final del conflicto tengan que negociar que no se les descuente lo pagado y no devengado.

 

Pero este debate imaginario para el que escribe ni siquiera se ha dado, aunque se dará y entonces habrá que preguntarse ¿Pagamos el paro o paramos el pago?

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