Las ardillas son roedores arborícolas adaptados a la vida en los árboles, con características como la capacidad de trepar, la cola larga para el equilibrio y dientes que crecen continuamente.
Las ardillas están especialmente diseñadas para la vida en los árboles, con patas fuertes, garras afiladas y una cola larga que les ayuda a trepar y balancearse con facilidad.
La cola de las ardillas no solo les ayuda a mantener el equilibrio al trepar, sino que también les sirve como un volante al caer y como protección contra el frío.
Los dientes de las ardillas, al igual que los de otros roedores, crecen continuamente a lo largo de su vida. Para evitar que se vuelvan demasiado largos, deben roer y masticar constantemente.
Aunque son principalmente herbívoras, algunas especies también pueden ser omnívoras, consumiendo insectos, caracoles y otros pequeños animales cuando es necesario.