En el futbol, algo muy parecido sucede cuando de querer y poder se trata, y el ejemplo más claro es el del Atlas que, -convertido en uno de los más importantes semilleros de jugadores-, solo ha podido alcanzar tres títulos desde su fundación en 1916, siendo el primero en 1950 y los otros dos 70 años después.
Tratar de convencer a Domènec Torrent de que permaneciera como director técnico del Atlético de San Luis debe no haber sido una tarea sencilla y hoy la decisión del español de no dirigir más al equipo deja claro que no fue posible.
Lo que sí ha sido posible desde que Miguel Ángel Gil Marín y Jacobo Payán hicieran sinergia, ha sido que la oncena de casa se encuentre convertida en una importante fuente de abastecimiento para el fútbol mexicano, y no solo de jugadores sino también de estrategas.
Y aunque difícil será el camino que la oncena potosina deberá andar para volver siquiera a llegar a la fase de liguilla, el paso a paso deberá ser fundamental para lograrlo.
Suerte pues para la directiva potosina para conseguir un buen estratega y tres refuerzos, vaya que van a necesitarla.