WASHINGTON.— El presidente Donald Trump firmó este martes una orden ejecutiva que suaviza el esquema arancelario aplicado a la importación de automóviles y autopartes, en un intento por fortalecer la producción automotriz dentro de Estados Unidos y aliviar la carga sobre los fabricantes del sector.
Aunque se mantiene el arancel del 25 por ciento sobre vehículos importados, la nueva disposición busca evitar la duplicación de gravámenes al excluir de este cálculo otros impuestos previamente impuestos sobre materias primas esenciales como el acero y el aluminio. Además, las empresas automotrices que concluyan la fabricación de sus unidades en suelo estadounidense recibirán una exención temporal de dos años sobre los aranceles aplicables a autopartes importadas.
REEMBOLSOS ESCALONADOS Y ESTÍMULOS A LA PRODUCCIÓN LOCAL
Según el Departamento de Comercio, las compañías que ensamblen vehículos en Estados Unidos podrán acceder a un reembolso del 15 por ciento este año sobre los aranceles pagados por piezas, cifra que se reducirá al 10 por ciento en el segundo año. La intención es brindar tiempo para que los fabricantes reorganicen sus cadenas de suministro y trasladen más procesos productivos al país.
Adicionalmente, los fabricantes podrán solicitar una compensación equivalente al 3.75 por ciento del Precio de Venta Sugerido por el Fabricante (MSRP) entre el 3 de abril de 2025 y el 30 de abril de 2026, y del 2.5 por ciento entre mayo de 2026 y abril de 2027. Estas medidas aplicarán exclusivamente a vehículos cuyo ensamblaje final se realice dentro del territorio estadounidense.
RESPALDO DE LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ
El anuncio ha sido bien recibido por los principales actores del sector. John Elkann, presidente de Stellantis, agradeció el alivio otorgado, mientras que Mary Barra, directora ejecutiva de General Motors, reconoció el liderazgo de Trump por “nivelar el campo de juego” para la industria nacional.
Por su parte, Jim Farley, CEO de Ford Motor Company, elogió el compromiso del Gobierno con la producción local y subrayó que, si otras marcas igualaran el índice de fabricación nacional de Ford, se ensamblarían hasta 4 millones de vehículos adicionales al año en Estados Unidos.
META: MÁS EMPLEOS Y MAYOR INVERSIÓN
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, explicó que el objetivo de la medida es incentivar la creación de empleos manufactureros, ofreciendo a las empresas un camino ágil y efectivo para ampliar sus operaciones en Estados Unidos.
Un funcionario del Departamento de Comercio detalló que las compañías automotrices prevén anunciar en el corto plazo turnos adicionales, nuevas contrataciones y proyectos de construcción de plantas.
La Casa Blanca hizo oficial la política a través de un comunicado en el que destaca que la modificación arancelaria responde a la necesidad de eliminar “la amenaza que representan las importaciones” para la industria automotriz nacional.
Con este movimiento, la Administración Trump refuerza su estrategia de reindustrialización del país, afianzando la producción local como pilar de su segundo mandato.