A 20 pasos de distancia desde donde es desarrollada la Vía Alterna Poniente - Salk, hay un inmenso tiradero de material de construcción y cascajo, con varios metros de profundidad. El depósito está en funcionamiento de manera regular.
Al sonido del martilleo y traxcavos que apuran la construcción de ese tramo que conectará con la Zona Industrial, lo acompaña el de carretadas que desbarrancan de manera cotidiana desechos de concretos, ladrillos, asfaltos, maderas, polines y hasta plásticos.
Una señalética hecha a mano indica la ubicación del tiradero, localizado a mano izquierda, en los límites de la primera etapa urbanizada de la avenida Salk.
La legislación estatal establece autorizaciones y ubicaciones precisas para el depósito de los materiales residuales utilizados en la construcción.
En la zona, son al menos 10 las camionetas que realizan, en ese momento, descargas de cascajo que se desempeña sobre las laderas, sin caer del todo hasta el fondo de ese tiradero.
La prolongación Salk, hasta las inmediaciones en Joyas del Aguaje, está bordeada de lotes baldíos no habitados, caracterizados más por los matorrales y arbolado de la región.
Esa estampa de lotes utilizados como depósitos de basura aparece de manera regular en el trazo de la VAP - Prolongación Salk desde sus inicios. Justo en la intersección con el antiguo periférico, el inmenso predio está cubierto en puntos por fascias, parabrisas, estéreos, calaveras, faros u otros componentes destruidos de vehículos impactados en choques, neumáticos abandonados y hasta televisores descompuestos.
Cuando comenzó la obra el año pasado, el mandatario estatal Ricardo Gallardo explicó que, junto al trabajo constructivo, también se promoverá uno de remediación.
Diferentes puntos de la periferia de la zona urbana son utilizados como los cementerios del urbanismo.