Un incendio forestal de gran magnitud, bautizado como Hughes, ha forzado la evacuación de más de 50 mil personas en el sur de California, mientras continúa arrasando las escarpadas montañas al norte de Los Ángeles. A pesar de los esfuerzos de los equipos de emergencia, el fuego sigue creciendo debido a las condiciones climáticas adversas.
EL INCENDIO HUGHES: UN AVANCE IMPLACABLE
El incendio comenzó el miércoles por la mañana cerca del lago Castaic, un área recreativa popular situada a 64 kilómetros de los incendios Eaton y Palisades, que han estado activos durante tres semanas. En pocas horas, el Hughes carbonizó más de 39 kilómetros cuadrados de vegetación seca, enviando columnas de humo negro al cielo.
“Hoy hubo una respuesta contundente a este incendio, y los socorristas están haciendo un gran trabajo para intentar contenerlo”, declaró Joe Tyler, director de Cal Fire, durante una conferencia de prensa el miércoles. Sin embargo, advirtió que “todavía no estamos fuera de peligro”.
ORDENES DE EVACUACIÓN Y ADVERTENCIAS
Según el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna, más de 31 mil personas han recibido órdenes de evacuación obligatoria, mientras que otras 23 mil están bajo advertencias de evacuación.
El fuego ha obligado al cierre de un tramo de 48 kilómetros de la Interestatal 5, una de las principales arterias de transporte de norte a sur en la región. Los equipos de emergencia en tierra y en el aire trabajan intensamente para evitar que las llamas crucen la carretera y alcancen áreas pobladas en Castaic.
ESFUERZOS CONTRA EL FUEGO
A pesar de los fuertes vientos, que alcanzaron ráfagas de 67 kilómetros por hora el miércoles por la tarde y podrían intensificarse hasta los 96 kilómetros por hora durante la noche, los equipos aéreos lograron arrojar decenas de miles de galones de retardante de fuego en el lado sur del incendio.
El jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, Anthony Marrone, destacó que la relativa calma de los vientos en comparación con semanas anteriores permitió avances en el control del incendio. Sin embargo, subrayó que la situación sigue siendo crítica.
HISTORIAS DE RESILIENCIA
En medio de la emergencia, ciudadanos como Kayla Amara han mostrado valentía frente a la adversidad. Amara, una enfermera residente de Valencia, se apresuró a ayudar a una amiga evacuada de Castaic, regando la propiedad con mangueras en un intento desesperado por protegerla de las llamas.
“Otras personas también están regando sus casas. Espero que aquí haya una casa a la que regresar”, comentó mientras las llamas avanzaban por una ladera cercana y las autoridades patrullaban las calles.
PERSPECTIVAS INCIERTAS
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que las condiciones podrían empeorar en las próximas horas, con un incremento en la fuerza de los vientos, lo que dificultará aún más las labores de contención.
Los incendios forestales en el sur de California se han convertido en una constante devastadora durante las últimas semanas, alimentados por la sequedad extrema y los vientos fuertes. Las autoridades y residentes enfrentan una lucha ardua por proteger vidas y propiedades en medio de esta crisis climática.
