El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes una orden ejecutiva para designar a los cárteles mexicanos de la droga, así como a otros grupos criminales como el Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha (MS-13), como organizaciones terroristas extranjeras. La medida busca endurecer las acciones legales y financieras contra estas agrupaciones y sus colaboradores, pero también plantea interrogantes sobre posibles intervenciones en territorio mexicano.
“ESTO ES ALGO GRANDE”
Durante la ceremonia en la Casa Blanca, Trump subrayó la gravedad de la crisis generada por estos grupos y justificó la designación afirmando que los cárteles son responsables de la muerte de más de 300 mil estadounidenses al año, una cifra que calificó como subestimada en reportes oficiales previos.
“Esto es algo grande. La gente quería esto desde hace años […] México probablemente no quiere esto. Lo tenemos que hacer… ellos están matando a nuestra gente”, declaró el mandatario. La medida incluye a los cárteles mexicanos y otros grupos criminales transnacionales en una lista que ya contempla a organizaciones como el Estado Islámico y Al-Qaeda.
POSIBLES CONSECUENCIAS MILITARES Y LEGALES
Al ser consultado sobre la posibilidad de que Estados Unidos lance ataques contra los cárteles en territorio mexicano, Trump respondió: “Podría pasar, han pasado cosas más extrañas”. Aunque no detalló acciones específicas, esta declaración aviva temores sobre una posible intervención militar estadounidense en México, algo que podría tensar aún más las relaciones bilaterales.
La designación como organizaciones terroristas también implica que ciudadanos y empresas estadounidenses tendrán prohibido proporcionar “apoyo material” a estos grupos, lo que podría impactar a negocios con operaciones en México. Según expertos, esta medida podría dificultar las actividades comerciales en un país donde el crimen organizado extiende su influencia a través del tráfico de personas y la extorsión.
IMPACTO SOBRE MIGRANTES Y POLÍTICAS MIGRATORIAS
Además de los cárteles, Trump incluyó en su discurso al Tren de Aragua y MS-13, grupos que han sido utilizados como símbolo en su retórica contra la migración. Un funcionario del equipo de transición señaló que el Gobierno deportará a cualquier persona identificada como miembro de estas organizaciones, una política que podría complicar aún más el panorama para los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
MS-13, con origen en Centroamérica y sancionada desde 2012 por el Departamento del Tesoro, y el Tren de Aragua, una banda nacida en Venezuela, han sido vinculados con actividades ilícitas como tráfico de drogas, personas y armas. La inclusión de estos grupos en la lista de organizaciones terroristas refuerza la postura del Gobierno de Trump hacia la migración y el crimen organizado en América Latina.
TENSIÓN CON MÉXICO Y LA REGIÓN
La decisión de designar a los cárteles como terroristas pone a prueba la relación entre Estados Unidos y México. En el pasado, el Gobierno mexicano ha rechazado categóricamente cualquier tipo de intervención militar estadounidense en su territorio. Ante esta nueva declaración, es probable que las tensiones diplomáticas aumenten.
Además, el impacto de estas medidas se sentirá en toda la región, especialmente en países como El Salvador, Honduras, Guatemala y Venezuela, donde las organizaciones incluidas en la lista tienen una fuerte presencia.
UNA ESTRATEGIA CONTROVERTIDA
Si bien la designación como terroristas endurece el combate contra el crimen organizado, los expertos advierten que esta estrategia podría tener repercusiones no previstas, desde afectar el comercio bilateral hasta generar más riesgos para los migrantes. Al mismo tiempo, la medida refuerza la postura de Trump en materia de seguridad y migración, temas centrales en su agenda de Gobierno.
La reacción de México y otros países de la región será clave para determinar el alcance de esta decisión y sus posibles consecuencias a corto y largo plazo.
