Lo grave del asunto es que la presa fue construida por una de las empresas del hombre más rico de México, Carlos Slim, denominada Carso Infraestructura y Construcción, junto con Constructora de Infraestructura Latinoamericana, entre otras de menor importancia.
En tanto, el acueducto, también fallido, fue desarrollado por algunas de las firmas más importantes de México en aquel entonces: ICA, Aqualia y Mitsui.
En ambos proyectos se invirtieron más de 5 mil millones de pesos y hasta la fecha los potosinos estamos pagando a la operadora del acueducto millones de pesos cada mes.
Mientras esa presa con poco más de 10 años y el acueducto con alrededor de 8 ya tronaron y demostraron que de poco le servirán a San Luis Potosí en el futuro, ahí está incólume la Presa de San José, que se inauguró en 1907. Solo un gran incidente tuvo, cuando en 1933 se rompió la cortina.
Lo que viene, nos informaron en el gobierno estatal, serán denuncias y litigios contra quienes están involucrados en estos fallidos proyectos, funcionarios estatales y federales.
Aunque la fuente gubernamental no lo mencionó, algo podría hacerse también contra las empresas que estafaron a SLP y al Estado mexicano.
El proyecto completo, tanto la presa como el acueducto, se fraguó desde el sexenio federal de Vicente Fox y el estatal de Marcelo de los Santos, pero se desarrolló durante varios sexenios.
La presa se inauguró durante el federal de Calderón y el estatal de Fernando Toranzo.
El acueducto se puso en marcha durante el sexenio federal de Enrique Peña Nieto y el estatal de Fernando Toranzo.
SLIM, SIN ÉXITO COMO CONSTRUCTOR
Después del fiasco de la presa El Realito, habrá que recordar que las empresas de Carlos Slim se han visto involucradas en serios problemas, como fue el accidente de la Línea 12 del Metro de la CDMX, con víctimas fatales; por otro lado, desde hace más de 12 años construyen y no pueden terminar la carretera de cuota de Jala a Puerto Vallarta. En los tramos que se han abierto ha habido deslaves, derrumbes y graves accidentes derivados de los mismos, con frecuencia está cerrada, debido a los errores en su construcción.
EN PALACIO ABRAZOS, NO MADRAZOS
Divertido y emotivo resultó que después del caos, el fuego, los destrozos, los gritos y los desmanes en la Plaza de Armas y en las puertas de Palacio de Gobierno, las protestas por el 8 de marzo terminaron en abrazos entre las guardianas de la seguridad y las manifestantes.
La orden de los mandamases del gobierno estatal fue tajante: cero represión, tolerancia y respeto para las manifestantes.
Pese a ello, hubo momentos en que la situación se puso intensa, pero al final las mujeres que resguardaban el edificio del Ejecutivo y las marchistas terminaron conmovidas fundidas en abrazos….
