Habrá que decir que hace por lo menos tres sexenios que no había un gobernador con el empuje necesario para enfrentar a la delincuencia, que fue ganando terreno paulatinamente en los últimos lustros.
Así que los 58 alcaldes del estado, los diputados locales y federales, los representantes empresariales, la Federación y los diferentes sectores de la sociedad expresaron su respaldo al gobernador, ante esta nueva iniciativa.
Un punto en especial ha despertado esperanza entre la gente: la promesa de que la Guardia Civil Estatal enfrentará con firmeza a la delincuencia, sea ésta común u organizada.
Para ello la GCE nace bien dotada. Con alrededor de mil 500 elementos, cerca de 100 unidades vehiculares, aeronaves, drones, armamento de alto poder y tecnología.
Llama la atención que el gobernador Gallardo ha dicho en varias ocasiones que la Guardia Civil no le sacará la vuelta al crimen organizado, sino que lo enfrentará, sin la cantaleta de siempre en la que coincidieron varios exgobernadores: que se trataba de un asunto que era solo competencia de la Federación.
Fueron varios sexenios sin una estrategia clara, sin firmeza, que le daban la vuelta al tema de la delincuencia, aunque sí la usaban como pretexto para hacer negocio al amparo del poder.
En muchos casos prevaleció fue la simulación y los manejos irregulares de recursos.
Un ejemplo reciente fue la adquisición de cámaras de video, hecha a finales del sexenio pasado, que según fuentes gubernamentales actuales fue hecha a sobrecosto.
Otra de las principales irregularidades detectadas en el sexenio anterior, fue también la compra de gasolina; "fue gasto despiadado y poco claro”, nos dijo un funcionario.
Y fue en el sector de la Seguridad Pública en donde los abusos fueron mayores y en donde esa anomalía fue más detectada.