El presidente estatal del PAN, Juan Francisco Aguilar, enlistó a sus aspirantes a la gubernatura, 6 militantes y un externo, Xavier Nava Palacios. Aunque ya había mencionado a varios de ellos con anterioridad, en esta ocasión su comentario fue más preciso y directo.
Asimismo fue claro al mencionar que el alcalde de la capital, Nava Palacios, quien no es militante blanquiazul, sí está considerado como aspirante externo o ciudadano.
Reveló que su partido ya levanta encuestas para conocer el nivel de aceptación de los aspirantes y consideró que el PAN no tendrá candidato en noviembre de este año, como había dicho el segundo de la dirigencia nacional, el secretario general Héctor Larios.
Manifestó su intención de que los tiempos se alarguen hasta febrero.
No es casual la pretensión del dirigente estatal del PAN de mandar hasta el año entrante la definición del candidato. Si ya levantó encuestas, sabe que ninguno de los integrantes de su grupo tiene actualmente posibilidades de competir con los principales aspirantes.
Es decir, ni Rolando Hervert ni Alejandro “Boris” Lozano tienen los niveles de conocimiento y aceptación que sí ostentan Xavier Nava, Octavio Pedroza y Sonia Mendoza, por ejemplo.
Si el proceso se realiza en noviembre no habría posibilidad para ellos, el tiempo no es suficiente para que tengan crecimiento en el ánimo popular. Meses adicionales les podrían ayudar, por ello ambos andan en “campaña” recorriendo el estado con diversos pretextos.
Aún así, será muy difícil que alcancen el crecimiento necesario para competir con los punteros. Además, la postulación de los candidatos panistas a las gubernaturas de 15 estados tendrán una lógica nacional, no local. Dependerán de las alianzas y compromisos que el PAN establezca con otras fuerzas políticas.
RELACIÓN CON EL PRI, CLAVE PARA AMLO
Los efectos sanitarios y económicos de la pandemia han provocado una baja en la aceptación de AMLO y una caída en las preferencias electorales de Morena en las encuestas.
Una encuesta realizada en febrero de este año por una de las principales empresas nacionales del ramo (cuyo nombre omitimos porque no fue un estudio público), reportó un empate técnico entre dos hipotéticas alianzas: Morena-PVEM y PT, contra PAN-PRI_PRD y MC.
La primera obtuvo 24 por ciento de las preferencias, en tanto la segunda 23.8 por ciento. Además, hubo un 24 por ciento de indecisos; el resto se distribuyó entre partidos pequeños.
Si eso ocurría antes de la pandemia, no hay que reflexionar mucho para concluir que a estas alturas ese hipotético bloque ya está en las encuestas arriba de Morena y sus aliados.
Después del PAN, el PRI es el partido que más aporta a ese frente opositor, pues las contribuciones del PRD y de MC son exiguas.
Y cabe señalar que el PRI, fiel al estilo que le ha permitido permanecer durante 90 años, se moverá para donde le convenga, a favor o en contra de Morena.
Si AMLO destapa la corrupción del sexenio peñista, con casos como el de Odebretch y Agronitrogenados, para lo cual ya se alista la extradición de Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex, ya podemos anticipar hacia dónde se moverá ese partido.
Si el presidente deja ir vivos a los peñistas, no podrá cumplir una de sus principales banderas de campaña: la lucha contra la corrupción.
Es difícil evaluar si proceder contra Peña o altos funcionarios de su sexenio dará a AMLO los votos necesarios para ganar la Cámara de Diputados y la mayoría de las gubernaturas en 2021.
O si, en cambio, al no perseguir a los priistas, esos votos se los puede dar el PRI, ya sea mediante alianza formal o participando solo para dividir a la oposición.
