Zermeño Guerra se distinguió como un buen operador político, supo aprovechar la ruptura al interior del grupo del rector saliente, Manuel Fermín Villar Rubio, sobre todo el enojo del que parecía hasta hace unos meses sería el delfín del grupo Hábitat, Anuar Kasis, que fue desplazado por Dolores Lastras.
A última hora, Kasis hizo berrinche y se lanzó por su cuenta. O al menos eso es lo que parece. Otra lectura podría ser que negoció con Zermeño bajo la mesa para romper la unidad del grupo de Villar, y después sumar sus votos a los del director de Medicina.
En la segunda ronda de votación del Consejo Directivo Universitario, fue evidente que el ex secretario general de la Universidad se las cobró a Villar, pues los 10 votos que obtuvo en la primera ronda pasaron a manos del director de Medicina. Habrá que ver si se trató sólo de una vendetta a cambio de nada, o si hubo negociación de cargos en lo oscurito. Ya se verá cuando se designen funcionarios.
Mientras los votos a favor de Alejandro Javier Zermeño rebasaban los 28 y se consumaba el mazazo al grupo de Villar, que se sentía seguro de continuar en el poder de la UASLP, caras largas y rostros desencajados se reflejaban poco a poco en varios funcionarios de Rectoría en funciones, como el jefe de la División de Servicios Escolares, Juan Manuel Buenrostro Morán y el jefe del Departamento de Comunicación Social, Ernesto Anguiano García.
El gran perdedor fue sin duda Manuel Fermín Villar Rubio, quien no supo o no pudo mantener la unidad de su grupo; optó por atacar sin ton ni son a Zermeño y por primera vez en décadas el rector en funciones perdió la elección y no pudo colocar sucesor.
Desde hace semanas se le veía desesperado, sosteniendo reuniones con representantes de los medios de comunicación, después de ignorar a éstos durante 8 años; promoviendo ataques contra Zermeño, y tratando de dar línea a los directores a última hora, cuando ya el grupo se le había resquebrajado.
Pero el hartazgo que generó su mandato, la inconformidad de muchos universitarios, propicio una corriente de cambio, hacia una universidad más libre, lo que llevó a Villar a su ocaso.
Y en su declive se llevó a varios, como ya dijimos observamos rostros desencajados de varios funcionarios universitarios de todos los niveles. Que no saben qué futuro tendrán en la nueva etapa de la UASLP.
BUENA SEÑAL; ZERMEÑO LLAMÓ A LA UNIDAD
Tras ganar la elección, Zermeño mostró una gran madurez, en contraste con la guerra sucia desatada en su contra días antes de la elección por la rectoría y la fabricación de infundios. Villar encabezó un lodazal verdadero contra Zermeño en su afán de continuismo.
En contraparte, con altura y sensibilidad, con cero encono, el rector electo de la UASLP, Alejandro Zermeño, llamó a dejar las rivalidades en el pasado.
Su mensaje firme de "no somos enemigos", caló hondo en el seno del Consejo Directivo Universitario, cuyos integrantes le ofrecieron una ronda de aplausos.
Honor a quien honor merece, desafió el autoritarismo de Villar, en pro de construir una nueva Universidad, sin perder nunca los estribos.
Un cercano a él nos dijo que en todo momento conservó la sencillez, la madurez, no hizo aspavientos en los momentos más duros; si la elección no le era favorable estaba listo para un retiro digno y dedicarse a su profesión médica, en su consultorio personal.
Sin ningún asomo de revanchismo de inmediato hizo un reconocimiento a los otros aspirantes Dolores Lastras, Anuar Kasis y Miguel Aguilar Robledo, los calificó como universitarios valiosos.
Por lo que sabemos, Zermeño estará con su familia, se dará un tiempo, y empezará a delinear las primeras acciones para construir una Universidad moderna, vigente y acorde a los momentos que vive el país.
GENUINA SALUTACIÓN
El gobernador Juan Manuel Carreras López, de inmediato, una vez conocidos los resultados de la elección por la rectoría de la UASLP ofreció sus felicitaciones al rector electo, Alejandro Zermeño, y extendió su mano para contribuir al desarrollo de la noble Universidad Autónoma de SLP.
CASO PONTIGO: REAPERTURA
Desde hace tiempo la Fiscalía General del Estado se metió de lleno a reparar el cúmulo de fallas cometidas en el sexenio pasado en la investigación del homicidio de la joven Karla Pontigo.
La sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es muy clara: se trató de un feminicidio.
Es al equipo que encabeza Federico Garza al que corresponde demostrar así fue.
Hace semanas, en febrero, cuando conoció la notificación de la Máxima Corte del país se metieron de lleno al caso, se han sostenido varias reuniones con los familiares de la joven asesinada.
Por la fecha en que ocurrieron los hechos será un caso que será llevado con el sistema tradicional.
La nueva investigación puede llegar a un buen término, con la invaluable ayuda, expertise y enfoque en resultados que ha mostrado en tantas otros casos, incluidos algunos de feminicidios, el experimentado detective, José Guadalupe Castillo Celestino.
Claro que la complicación de este asunto es que hace muchos años que pasaron los hechos, además de que desde el primer momento se intentó borrar u ocultar evidencias.
