Con el objetivo de no perder más votos fue que Villar Rubio decidió que la elección se realizará ya, en lugar de hacerlo a finales de abril.
Preocupado por la división en la que está sumida la UASLP, al haber cuatro candidatos, incluso dos de su mismo equipo de arquitectos, Dolores Lastras y Anuar Kasis, el rector saliente convocó a los directores de las escuelas y facultades a una reunión en las oficinas que tiene en el poniente de la ciudad; ahí según nos contaron, los llamó a mantener la unidad y no provocar la ruptura.
Tanto el director de la facultad de Medicina, Alejandro Zermeño, como el de Ciencias Sociales y Humanidades, Miguel Aguilar Robledo, no fueron convocados a esa encerrona, bajo el argumento que ambos son aspirantes al cargo, y por ende, debían presentes sólo los directores integrantes del CDU.
Cuando pasar a la historia como el rector de la apertura democrática y la transparencia, prefirió cerrar la posibilidad, y mantener un proceso de sucesión cerrado y autoritario.
Además, molesto por el dispenso que representaron candidaturas como la de Alejandro Zermeño, alentó la guerra sucia en perjuicio de los aspirantes que no fueron de su agrado.
El que existan cuatro propuestas o aspirantes a ser rector, demuestra que no tuvo la estatura para ser un líder de la UASLP; fue solo el jefe burocrático, obsesionado por buscar el continuismo, quizá preocupado porque no empiecen a filtrarse asuntos candentes, como los que han trascendido en los últimos días en algunos portales informativos.
En su entendimiento de unidad, Villar alude a un continuismo; su tirada es frenar como dé lugar, la aspiración de Zermeño.
La intención del "albazo" de Villar, nos dicen, es que tras la sesión del CDU pueda dispersarse el tema con rapidez, y él ocultarse al cobijo del periodo vacacional formal, y regresar solo el 30 abril a escena pública, a rendir el último informe al frente de la UASLP.
MAYOR DESPLIEGUE DE LA GUARDIA NACIONAL EN SLP
A partir de este 1 de abril, la Guardia Nacional ocupa posiciones en las seis regiones en las que quedó dividido el territorio de SLP.
La intención original era desplegarse para atacar el problema de la criminalidad desde todos esos flancos.
Pero ahora, la Guardia será un baluarte en el desarrollo del Plan DN-III, y en apoyo en la contingencia que ha desatado la propagación del coronavirus.
Fuentes federales, nos confirmaron que el viernes pasado, llegaron a SLP 40 nuevas patrullas para ese agrupamiento, que de inmediato empezaron con sus recorridos y patrullajes, por lo que es más notoria su presencia en las calles.