El presidente Donald Trump aseguró este martes que su política arancelaria ha tenido un “impacto tremendo” en la industria automotriz, al desincentivar inversiones en plantas manufactureras en México y fomentar su instalación en Estados Unidos.
Durante una reunión con la Business Roundtable, que agrupa a los 200 principales CEOs de empresas estadounidenses, Trump afirmó que las amenazas de imposición de aranceles a importaciones mexicanas han generado un cambio en las decisiones de inversión de las automotrices.
“Estamos viendo un cambio significativo en las inversiones. Empresas que antes planeaban construir en México están reconsiderando y optando por invertir en Estados Unidos”, declaró el mandatario.
IMPACTO EN LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ
Las armadoras de autos han sido una de las principales afectadas por las políticas comerciales de Trump. Empresas como General Motors, Ford, Stellantis, Toyota y Volkswagen, que han mantenido fuertes operaciones en México, han tenido que reevaluar sus estrategias de producción y expansión ante el riesgo de nuevos aranceles a vehículos y autopartes.
Bajo el T-MEC, las automotrices ya enfrentan requisitos más estrictos de contenido regional, lo que ha forzado a muchas empresas a aumentar la producción de componentes en Norteamérica. Sin embargo, la posibilidad de aranceles adicionales a productos ensamblados en México podría representar un nuevo desafío.
INCERTIDUMBRE SOBRE FUTURAS INVERSIONES
Si bien algunas compañías han optado por fortalecer sus operaciones en EE.UU. para evitar barreras comerciales, México sigue siendo un hub clave para la manufactura automotriz, gracias a sus costos competitivos, su red de tratados comerciales y su proximidad al mercado estadounidense.
Algunas armadoras que ya han anunciado expansiones en territorio mexicano podrían verse obligadas a reconsiderar sus planes si la política arancelaria de Trump se endurece. BMW, por ejemplo, ha expresado preocupación por los posibles impuestos a sus modelos importados desde México, mientras que Nissan, bajo su nuevo liderazgo, podría buscar alianzas estratégicas para enfrentar estos cambios.
PRESIÓN SOBRE LOS MERCADOS Y CONSUMIDORES
La incertidumbre generada por estas amenazas también impacta en los costos de producción y, en última instancia, en los precios que enfrentan los consumidores. Si las armadoras trasladan su producción a EE.UU., los costos laborales más altos y las nuevas inversiones en infraestructura podrían elevar el precio de los vehículos en el mercado norteamericano.
A medida que se acercan las elecciones en EE.UU., la industria automotriz seguirá siendo un foco de atención en la política comercial de Trump, mientras las armadoras buscan soluciones para mantener su competitividad sin perder acceso al mercado estadounidense.
