Canadá tiene listo un extenso paquete de aranceles de represalia contra productos fabricados en Estados Unidos, en respuesta a la confirmación del presidente Donald Trump de que su administración impondrá a partir de este martes tarifas comerciales del 25 por ciento a las importaciones provenientes de Canadá y México.
Mélanie Joly, ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, informó que el gobierno aplicará el conjunto de aranceles anunciado previamente por el primer ministro Justin Trudeau a inicios de febrero, lo que marcará el inicio de una escalada comercial entre ambos países.
El primer tramo de las represalias canadienses afectará productos estadounidenses por un valor aproximado de 30 mil millones de dólares canadienses (equivalentes a 20.6 mil millones de dólares estadounidenses), incluyendo bienes de consumo como jugo de naranja, mantequilla de maní, vino y café.
REPRESALIAS AMPLIADAS EN LAS PRÓXIMAS SEMANAS
Joly detalló que, además, una segunda fase de aranceles entrará en vigor en las próximas semanas. Este nuevo paquete abarcará productos por valor de 125 mil millones de dólares canadienses e impactará sectores estratégicos como el automotriz, con tarifas sobre automóviles y camiones, así como sobre acero y aluminio.
“Sabemos que esto representa una amenaza existencial para Canadá y que miles de empleos están en riesgo”, advirtió la canciller tras conocerse la decisión final de Trump.
El presidente estadounidense descartó cualquier posibilidad de diálogo con Canadá o México para retrasar la entrada en vigor de los aranceles. “No hay margen para México ni para Canadá”, afirmó Trump este lunes al ser cuestionado por la prensa. “Todo está listo. Entran en vigor mañana”, añadió.
IMPACTO ECONÓMICO Y ADVERTENCIA DEL BANCO CENTRAL
La orden ejecutiva firmada por Trump el pasado 1 de febrero impone un arancel general del 25 por ciento sobre la mayoría de los productos canadienses y mexicanos, así como un arancel específico del 10 por ciento sobre productos energéticos canadienses, incluido el petróleo crudo.
El Banco de Canadá ha advertido que una prolongada guerra comercial de este tipo podría reducir la producción económica canadiense en casi un 3 por ciento en un plazo de dos años, además de frenar por completo el crecimiento durante ese periodo.
La menor demanda de productos canadienses en Estados Unidos impactaría directamente a exportadores, que verían reducida su producción y tendrían que recortar empleos. Al mismo tiempo, los consumidores canadienses enfrentarían precios más altos en bienes importados desde Estados Unidos, generando un efecto negativo sobre el consumo y la inversión empresarial.
TRUDEAU SE DESPIDE EN MEDIO DE TENSIONES
El primer ministro Justin Trudeau, quien dejará el cargo en los próximos días, regresará a Canadá este lunes tras un viaje oficial a Londres, donde sostuvo reuniones con su homólogo británico, Keir Starmer, y otros líderes internacionales.
El legado de Trudeau, marcado por su defensa del libre comercio y la estrecha colaboración con sus socios norteamericanos, enfrenta así un turbulento cierre ante el deterioro de las relaciones con la administración de Donald Trump.