Volkswagen está desarrollando estrategias de contingencia ante la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de automóviles desde México, medida impulsada por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. No obstante, la compañía descartó cambios de última hora en la producción o traslados de vehículos a través de la frontera, según declaraciones de sus ejecutivos este jueves.
La automotriz alemana mantiene una planta clave en Puebla, donde fabrica alrededor de dos tercios de los vehículos que comercializa en el mercado estadounidense. Aunque se le concedió una prórroga de un mes en la aplicación de los aranceles debido a que cumple con las reglas de origen del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), la compañía sigue evaluando su estrategia a largo plazo.
PLANTA EN EE.UU. REQUIERE MÁS TIEMPO PARA EXPANSIÓN
Thomas Schäfer, CEO de la marca, explicó que un eventual aumento de producción en la planta de Volkswagen en Chattanooga, Tennessee, requeriría más tiempo para ser viable.
“Por ahora, estamos observando la situación y haciendo planes de respaldo para soluciones a largo plazo”, señaló el directivo, al calificar como “no realista” un cambio inmediato de la producción desde México a Estados Unidos.
David Powels, director financiero de la marca, confirmó que la compañía no ha adelantado envíos de vehículos a EE.UU. en previsión de los aranceles.
AJUSTES PARA REDUCIR COSTOS
En el marco de una conferencia sobre sus resultados anuales, Volkswagen informó sobre los avances en su estrategia de reducción de costos, cuyo objetivo es aumentar los márgenes de rentabilidad del 2.9% actual al 6.5% en 2029.
Como parte de esta reestructuración, la compañía ha reducido su plantilla en 4,200 empleados, de los cuales 40% pertenecen al área de producción y 35% a administración. Además, ha eliminado algunos turnos nocturnos para disminuir costos operativos.
“En 2024 se trataba de arreglar lo básico”, afirmó Schäfer.
Sin embargo, la estrategia de optimización llega en un contexto de desafíos financieros.