Cambios importantes vendrán en los hábitos y prácticas de viaje, tanto de placer como de negocios.
Consultado por esta columna sobre lo que podría esperarse en el sector para el corto plazo, Rafael Armendáriz, presidente de los hoteleros potosinos, señaló que uno de los cambios principales será que la gente privilegiará los viajes por carretera.
Esto porque se anticipa que la gente tendrá temor de subirse a los aviones, que fueron el principal vehículo a través del cual el virus salió de China y se propagó por todo el mundo.
Por ello, organizaciones de hoteleros negocian con autoridades estatales y federales, entre ellos el Secretario de Turismo Federal, que se mejoren las condiciones para los viajes terrestres. Por ejemplo, que las vías se encuentren en buen estado, con buenos servicios, sanitarios y señalética, además de precios especiales en las casetas de peaje, al menos mientras repunta la economía dañada por el Covid-19.
Otro cambio consiste en que los hoteles, al menos en el corto plazo, no podrán rentar todas sus habitaciones; actualmente solo tienen permitido utilizar 15 por ciento, y a partir de junio el porcentaje subirá, tal vez al 25 por ciento. Esto genera gran preocupación entre las empresas del sector, pues no será costeable operar de esa manera.
Por ello, los hoteleros negocian con las autoridades que durante la siguiente fase se les permita rentar al menos el 50 por ciento de las habitaciones, para que sea posible que estos negocios cubran sus gastos fijos.
Los restaurantes de los hoteles también enfrentan un problema similar. Actualmente tienen permitido ocupar solo el 25 por ciento de sus mesas, lo que resulta incosteable; por ello se intenta que ese porcentaje aumente al 50 por ciento en el corto plazo.
Uno de los productos más exitosos de los restaurantes de los hoteles ha sido la comida buffet, que podría quedar prohibida en la era de la "nueva normalidad", debido a que implica la participación de mucha gente, tanto en su preparación como al consumirla, pues en muchos sitios se generan filas para servirla y los alimentos son manipulados por muchos comensales.
EL FUTURO DE LA FENAPO 2020
Las autoridades analizan si la Feria Nacional Potosina Edición 2020 debe ser cancelada o pospuesta, pues existen escasas posibilidades de que se realice en agosto, como estaba previsto. Quizá en ese mes ya no estemos en el pico de la pandemia del Covid-19, pero sin duda que aún habrá medidas de precaución en materia sanitaria que estarán vigentes.
Entre la opción de cancelarla o posponerla, la segunda parece ser la más viable, pues existe el riesgo de que si se cancela este año ocurra lo mismo en 2021, dado que habrá cambio en la titularidad del Ejecutivo estatal casi por las fechas del evento.
Además, una vez que se rompe la secuencia de un evento de este tipo, es más difícil retomar el rumbo.
Por ello, quizá sea mejor realizar la Fenapo en octubre o noviembre, así sea de manera reducida, por ejemplo: con menos días de duración, sin eventos masivos, con restaurantes certificados, entre otras medidas preventivas.
Un obstáculo es que en noviembre se realizará en el recinto de la Fenapo el Tianguis de Pueblos Mágicos, un evento nacional que congregará a 180 mil o 200 mil participantes, impulsado por el gobierno federal, en conjunto con el de SLP.
Sin embargo, ese Tianguis será solo de 3 o 4 días, por lo que se le podría recortar a la Fenapo 2020 una semana o dos, para que tenga lugar ese mismo mes, y se aproveche que el 3 de noviembre se celebra el aniversario de la fundación de la capital potosina.