San Luis Potosí enfrenta un incremento alarmante en los intentos de suicidio, particularmente entre adolescentes, advirtió la doctora Evelyn Van Brussel, especialista del Centro de Información y Atención de Toxicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (CIAT-UASLP), con sede en el Hospital Central.
De acuerdo con las últimas cifras oficiales, en el estado se registraron 210 casos de suicidio consumado en hombres y 34 en mujeres.
Esta tendencia coincide con el panorama nacional, donde el 80 por ciento de los suicidios consumados corresponden a varones.
“Los hombres suelen utilizar métodos más letales como ahorcamiento, armas de fuego o caídas desde alturas considerables, mientras que las mujeres tienden a recurrir al consumo de sustancias que pueden causar la muerte”, explicó la especialista.
PREOCUPAN CASOS EN ADOLESCENTES
Uno de los grupos más vulnerables son los adolescentes, cuyo número de intentos de suicidio ha aumentado considerablemente.
La doctora Van Brussel detalló que, si bien los suicidios consumados son más frecuentes en personas de 25 a 35 años, seguidas del grupo de 20 a 25 años, cada vez se observan más casos en jóvenes menores de edad.
“El aislamiento por la pandemia de COVID-19 dejó secuelas en la salud mental de los adolescentes, aumentando las autolesiones, el acceso sin control a redes sociales y el ciberacoso, factores que inciden directamente en la conducta suicida”, señaló.
Entre los factores de riesgo asociados al suicidio se encuentran la predisposición genética, la presencia de enfermedades psiquiátricas como la depresión o el trastorno bipolar, el consumo de sustancias legales e ilegales, la falta de apoyo familiar y social, así como experiencias de discriminación.
SEÑALES DE ALERTA
La especialista subrayó la importancia de la detección temprana y pidió a padres y educadores estar atentos a cambios de conducta en niños y adolescentes, como aislamiento social, alteraciones en los patrones de sueño, consumo de sustancias tóxicas, actitudes depresivas y expresiones de desesperanza.
“Es fundamental preguntar cómo están quienes nos rodean y detectar cualquier cambio en su comportamiento cotidiano”, enfatizó la Dra. Van Brussel.
En México existen programas como la Línea de la Vida, que ofrece atención psicológica a personas en riesgo.
Sin embargo, la experta consideró que se requiere reforzar las políticas públicas en salud mental para atender la problemática desde su origen.
