El Plan de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional 2025-2030 contempla una fuerte apuesta por la generación de electricidad a través de plantas térmicas, como es el caso de la que arrancará en San Luis Potosí en el mes de marzo, mientras que la producción de energías limpias sigue rezagada, de acuerdo con el Doctor en Ingeniería Eléctrica de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Miguel Ángel Vidal Borbolla.
El académico advirtió que, de los 45,000 megawatts que busca generar la Comisión Federal de Electricidad (CFE), 30,000 provendrán de plantas térmicas, que dependen de combustibles fósiles y son altamente contaminantes. En contraste, solo 14,000 megawatts provendrán de fuentes renovables, lo que equivale apenas al 16.5 por ciento del total de la producción de energía del país.
“No se ve que quieran ampliar la energía nuclear y la inversión en energías limpias es muy baja. Se requiere mayor inversión privada, porque su instalación es costosa, aunque la producción posterior es económica”, señaló Vidal Borbolla.
El especialista explicó que la energía renovable enfrenta retos importantes en México. La hidroeléctrica, por ejemplo, es costosa y requiere la construcción de presas en zonas con recursos hídricos, lo que implica costos adicionales al desplazar comunidades. La energía eólica, aunque viable en el mar, es vulnerable ante fenómenos meteorológicos.
La Central de Ciclo Combinado de Villa de Reyes, una de las 51 obras incluidas en el plan gubernamental, se inaugurará el 27 de marzo y tendrá una capacidad de 437 megawatts con una inversión de 350 millones de dólares.
Sin embargo, este tipo de plantas siguen dependiendo del gas y turbogás, lo que refuerza el modelo de generación de electricidad basado en fuentes fósiles.
El Plan de Fortalecimiento contempla 7 proyectos eólicos, 9 de energía fotovoltaica y 1 de combustión interna, además de 26 proyectos inconclusos de la administración anterior, con lo que se busca alcanzar una capacidad de generación de 29,074 megawatts entre inversión pública y privada.
El reto, según Vidal Borbolla, sigue siendo la transición hacia energías limpias con un respaldo financiero sólido y una estrategia a largo plazo que permita reducir la dependencia de combustibles fósiles en México.