La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) ha generado debate en San Luis Potosí, ya que su metodología actual solo considera a la capital potosina como área de interés, sin tomar en cuenta a los municipios que forman la recién conformada zona metropolitana, como Soledad de Graciano Sánchez y el nuevo municipio de Villa de Pozos. Esta omisión ha llevado a que el Ayuntamiento de la capital cargue con toda la responsabilidad sobre la percepción de inseguridad, sin que se refleje el papel de los municipios vecinos.
En entrevista con Exprés, el experto en seguridad Francisco Javier Salazar Soni señaló que es urgente reformular la metodología de la ENSU o al menos ajustar su difusión para reflejar las responsabilidades de cada municipio.
“Los resultados actuales hacen parecer que todo recae en la capital, pero Soledad y Villa de Pozos también tienen un papel crucial en la seguridad de la zona metropolitana”, explicó Salazar Soni.
El analista destacó que la metodología establecida por la SEDATU define a San Luis Potosí, Soledad y Villa de Pozos como parte de la misma zona metropolitana, pero la ENSU no refleja esta configuración, lo que lleva a sesgos en la interpretación de los resultados. “El gobierno municipal de la capital debería pronunciarse sobre este sesgo, y las autoridades de Soledad deberían exigir ser incluidas en la medición”, sugirió.
FALTA DE COORDINACIÓN Y POLITIZACIÓN
Salazar Soni subrayó que, aunque se requiere coordinación entre los municipios para implementar políticas públicas efectivas, en la práctica esta colaboración no existe debido a diferencias políticas. “La coordinación en seguridad es una falacia; en papel está en el artículo 21 constitucional, pero en la práctica no hay colaboración entre niveles de gobierno con diferentes intereses partidistas”, afirmó.
El experto también advirtió que la percepción de seguridad no se limita a las fronteras municipales, ya que los delitos y la sensación de inseguridad trascienden las jurisdicciones. “Lo que ocurre en San Luis Potosí afecta a municipios aledaños como Mexquitic o Villa de Reyes”, añadió.
PERCEPCIÓN CIUDADANA
Una de las mayores preocupaciones es que la percepción de seguridad influye directamente en los hábitos de la población, como movilidad, autocuidado e inversión.
Lamentó que los gobiernos locales no prioricen los resultados de la ENSU y prefieran enfocarse en datos de incidencia delictiva, ya que estos se basan únicamente en carpetas de investigación y permiten manipular la narrativa sobre seguridad para mostrar un supuesto avance.
“La percepción de seguridad debería ser fundamental para las autoridades, ya que afecta el comportamiento de los ciudadanos y el flujo económico en la ciudad. Si las personas no sienten seguridad, limitan su gasto y su movilidad, lo que impacta negativamente a nivel social y económico”, enfatizó.
Salazar Soni destacó el fenómeno del desplazamiento delictivo, en el que criminales que residen en un municipio se trasladan a otro para cometer delitos y luego regresan para esconderse. “Este patrón se facilita debido a la falta de coordinación y la escasa presencia policiaca en las fronteras municipales”, explicó.