Al menos 35 ataques armados en bares y antros de todo el país han dejado un saldo de más de 98 personas asesinadas en lo que va del año, según reportes oficiales. Estos incidentes, registrados en 16 estados, evidencian el aumento de la violencia entre grupos criminales que pelean por el control territorial.
Los ataques no solo se han dirigido a líderes del crimen organizado, sino también a militares, policías ministeriales y civiles inocentes, incluidos menores de edad, sin ninguna relación con los cárteles.
Un caso reciente ocurrió en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, donde seis personas fueron asesinadas en el bar ‘Bling Bling’. Según autoridades, el ataque iba dirigido contra Juan “El Oso” y Alfredo “El Fredy”, presuntos implicados en la venta de drogas, extorsión y robo, con conexiones al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y al Cártel Independiente.
Entre las víctimas se encuentra Rogelio, un militar de apenas 21 años. Los centros nocturnos se han convertido en escenarios de estas masacres, mientras las autoridades parecen incapaces de frenar la escalada de violencia.
“Los centros nocturnos son ahora blanco constante de la violencia que no se ha logrado contener,” reconocen expertos en seguridad.