La agencia calificadora Fitch Ratings ratificó la nota crediticia de México en BBB-, el último escalón dentro del grado de inversión, con perspectiva estable. No obstante, proyecta una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de 0.4 por ciento en 2025, derivada de la creciente incertidumbre asociada a los aranceles impulsados por Donald Trump y una desaceleración económica en Estados Unidos.
UNA CALIFICACIÓN CON FUNDAMENTOS, PERO LIMITADA POR RIESGOS ESTRUCTURALES
Fitch destacó que la calificación de México se sostiene gracias a una política macroeconómica prudente, finanzas externas robustas y una economía diversificada. Sin embargo, también subrayó factores que limitan su mejora: crecimiento estructural moderado, debilidades en gobernanza, desafíos fiscales debido a una base de ingresos limitada y los pasivos contingentes vinculados a Petróleos Mexicanos (Pemex).
La calificadora alertó sobre el creciente riesgo que representa el giro proteccionista de la política comercial estadounidense. “Es probable que la desaceleración económica ya en curso se agrave ante un giro agresivo hacia el proteccionismo comercial en Estados Unidos bajo la Administración Trump”, señaló.
EXPORTACIONES, PILAR VULNERABLE ANTE CAMBIOS EN LA RELACIÓN COMERCIAL
Fitch advirtió que México es especialmente vulnerable debido a la elevada integración con la economía estadounidense. En 2024, las exportaciones a EE.UU. representaron el 27 por ciento del PIB, lo que hace que la imposición de aranceles tenga un potencial impacto profundo, especialmente en sectores clave como el automotriz.
Aunque se mantiene vigente el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la revisión programada para 2026 genera un entorno de incertidumbre que podría disuadir inversiones, incluso en el contexto favorable del nearshoring.
LA ECONOMÍA SE ENFRÍA Y PEMEX PERSISTE COMO FOCO DE RIESGO
La calificadora confirmó que la economía mexicana se desaceleró a un crecimiento de 1.5 por ciento en 2024, cerrando el año con una contracción del 0.6 por ciento en el cuarto trimestre. Para 2025, Fitch prevé una caída del PIB de 0.4 por ciento, antes de una modesta recuperación del 0.8 por ciento en 2026, condicionada a la evolución de la relación bilateral con Estados Unidos.
Además, destacó la persistente fragilidad financiera de Pemex, cuyos pasivos continúan representando una carga para las finanzas públicas. Fitch considera poco probable que las estrategias planteadas hasta ahora por la presidenta Claudia Sheinbaum resulten en una mejora sustancial de la paraestatal.
“La deuda soberana continúa apoyando a Pemex en crisis. No vemos cambios estratégicos significativos en el corto plazo, lo que podría requerir un respaldo fiscal adicional superior a los montos ya previstos”, alertó.
AJUSTES FISCALES SIN REFORMA ESTRUCTURAL
El déficit público alcanzó un récord de 5.7 por ciento del PIB en 2024, y el Gobierno proyecta reducirlo a 3.9 por ciento en 2025 mediante fuertes recortes al gasto, incluyendo áreas prioritarias como salud, educación y seguridad, sin aplicar una reforma fiscal estructural.
Fitch reconoce los esfuerzos fiscales actuales, como el crecimiento real de 10 por ciento en la recaudación tributaria en los primeros dos meses de 2025, y prevé que las metas fiscales podrían cumplirse si se mantiene esta tendencia.
DEUDA EN AUMENTO Y PERSPECTIVAS PRESIONADAS
La agencia también advirtió sobre el incremento sostenido de la deuda pública. La deuda bruta del gobierno general se elevó de 45.5 por ciento del PIB en 2023 a 50.9 por ciento en 2024, y se estima que alcanzará el 54.3 por ciento en 2025, con una tendencia a converger hacia el 58 por ciento en los próximos años.
Este aumento refleja, en gran medida, la absorción gradual de pasivos de Pemex por parte del Estado.
INQUIETUDES SOBRE EL PLAN MÉXICO Y EL ENTORNO EMPRESARIAL
En cuanto al llamado Plan México de la presidenta Sheinbaum, Fitch cuestionó la viabilidad del modelo estatal propuesto con participación del sector privado, dada la limitada capacidad fiscal y el deterioro del entorno empresarial.
La agencia expresó preocupación por las reformas recientes que afectan la independencia del Poder Judicial y los organismos reguladores, lo cual podría restringir nuevas formas de colaboración público-privada y desalentar la inversión.
Pese a estos desafíos, Fitch considera que México conserva condiciones que le permiten mantener su calificación dentro del grado de inversión, aunque su permanencia dependerá de la evolución de factores internos y externos, en particular la relación comercial con Estados Unidos y el rumbo de la política económica nacional.