La primavera (del latín prima, “primer”, y vera, “verdor”) es una de las cuatro estaciones, junto con el verano, el otoño y el invierno. Esta estación se caracteriza por un ascenso gradual de la temperatura, días más largos y soleados, y la floración y el reverdecimiento de las plantas y los árboles.
El hecho de que en la primavera las plantas reverdezcan ha ocasionado que se la asocie con las ideas del renacimiento, la resurrección, la alegría y la juventud. Esto puede percibirse en las obras artísticas y musicales que le rinden tributo a la estación, como el fragmento correspondiente de “Las cuatro estaciones” de Vivaldi.
Desde el punto de vista astronómico, la primavera está comprendida entre el equinoccio de primavera (20 o 21 de marzo en el hemisferio norte y 22 o 23 de septiembre en el hemisferio sur) y el solsticio de verano (20 o 21 de junio en el hemisferio norte y 20 o 21 de diciembre en el hemisferio sur).