El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que su Administración está considerando imponer un arancel del 10% a los bienes importados desde China a partir del 1 de febrero. Según explicó, la medida busca presionar a Pekín para detener el envío de fentanilo a México y Canadá, países que, a su juicio, son utilizados como tránsito hacia Estados Unidos. Además, Trump reafirmó su intención de aplicar tarifas aduaneras a los productos europeos para reducir el déficit comercial con la Unión Europea (UE), al que calificó como “una pequeña China”.
TENSIÓN CON CHINA Y LA UNIÓN EUROPEA
Trump reiteró su postura crítica hacia China, acusándola de ser agresiva en materia comercial y responsable de los flujos de fentanilo que han alimentado la crisis de opioides en Estados Unidos. “Otros países también son grandes agresores”, agregó, señalando que las tarifas son una herramienta clave para proteger los intereses estadounidenses.
En cuanto a la Unión Europea, Trump enfatizó que su administración no tolerará las prácticas que, según él, han perjudicado la economía estadounidense. “La UE nos trata muy mal. No aceptan nuestros autos ni nuestros productos agrícolas”, declaró, antes de mencionar que Estados Unidos tiene un déficit comercial de 350 mil millones de dólares con el bloque, aunque las cifras oficiales para 2023 lo sitúan en 131 mil millones.
Los países más señalados por el déficit son Alemania, Francia, Irlanda e Italia, cada uno por diferentes motivos, desde ventajas fiscales hasta sectores industriales. Trump también recordó los aranceles que impuso en su primer mandato como respuesta a la disputa entre Boeing y Airbus, y advirtió sobre posibles nuevas medidas si la UE no incrementa sus compras de petróleo y gas estadounidenses.
POSIBLES SANCIONES A RUSIA Y NEGOCIACIONES SOBRE UCRANIA
En el ámbito internacional, Trump consideró “probable” imponer nuevas sanciones a Rusia si no avanza hacia un alto al fuego o un acuerdo de paz en Ucrania. Aunque criticó a la administración anterior por no evitar la guerra, aseguró que está en conversaciones con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y que pronto dialogará con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
Trump, quien prometió durante su campaña resolver la guerra en 24 horas, insistió en que Europa debería asumir una mayor responsabilidad económica en el conflicto, afirmando que el bloque “debería pagar mucho más de lo que paga actualmente”. Además, subrayó que las bajas en la guerra han sido subestimadas y advirtió a Rusia sobre un posible desastre si no negocia.
IMPACTO Y DESAFÍOS DE LAS POLÍTICAS DE TRUMP
Las amenazas de aranceles y sanciones reflejan la continuidad de la agenda proteccionista y de seguridad de Trump, pero también generan incertidumbre en los mercados y tensiones con aliados estratégicos. Las medidas contra China y la UE podrían alterar las cadenas de suministro globales y encarecer bienes para los consumidores estadounidenses.
En cuanto a la guerra en Ucrania, la postura de Trump de revisar la ayuda militar a Kiev y presionar tanto a Rusia como a Europa plantea preguntas sobre el futuro de las relaciones transatlánticas y el liderazgo de Estados Unidos en el conflicto.
UNA ESTRATEGIA AGRESIVA EN SUS INICIOS
Con estas acciones, Trump deja clara su intención de ejercer presión tanto en el frente económico como en el geopolítico. Las próximas semanas serán cruciales para evaluar el alcance de sus políticas y las respuestas de las naciones involucradas, mientras la administración busca equilibrar sus objetivos internos con los desafíos internacionales.
