La erupción del volcán hawaiano Kilauea está dejando imágenes impresionantes. La última es la de una corriente de lava que desciende hasta una carretera y sepulta un coche, que empieza a arder antes de desaparecer bajo la roca líquida. La escena ha tenido lugar en la localidad de Puna, donde 1.700 personas han tenido que ser evacuadas tras la erupción.